viernes, 4 de julio de 2014

La playa de Dulcinea 11 –Peces voraces

La playa de Dulcinea
11 –Peces voraces
Ha bajado un poco la temperatura aunque la del agua cada día sube más, ya no es esa agua fresca  a la que costaba meterse, ahora empieza a parecer un sopicaldo que ya no refresca pero que gusta más a casi todos los bañistas. Se ve menos gente en la playa, personas nuevas, con la piel muy blanca relevan a los que han debido terminar las vacaciones o residentes de la zona que se han ido a disfrutar del verano en otro lugar.
Entro sin muchas ganas en el  agua, está caliente, en la orilla hay unos niños que gritan mientras sus madres les acompañan, hay algo que les llama la atención pero no veo qué es. Ya el agua me llega al cuello y empiezo a nadar despacio, disfrutando de la transparencia del mar y del entorno. Parece un lago camuflado, el sol quema con fuerza y no se ve ni una nube en el cielo. Cierro los ojos y noto el agua del mar en mis oídos, de repente algo me muerde, si, noto un pequeño mordisco que me sobresalta por lo inesperado. Son pequeños peces que se acercan a mis pies y me dan bocaditos, agito las piernas para alejarlos y vuelvo nadando hacia la orilla en la que unas madres llaman a gritos a sus hijos para que salgan del agua; los niños no les hacen ni caso, para variar. Al salir veo que lo que tanto les llamaba la atención es un cubo de playa lleno de medusas que los chicos mayores han cogido cerca de las rocas, solo de verlas, rosadas y brillantes, me pica todo el cuerpo. He tenido suerte aunque no sé si va a pasar lo mismo con los niños que siguen nadando sin hacer caso a nadie. Uno grita y llora mientras sale del agua con la boca abierta como un buzón de correos enseñando el brazo lleno de marcas rojas que se convierten en ampollas casi de forma inmediata. Hay un padre que ha salido corriendo hacia la farmacia cercana y una madre que está recogiendo todas las toallas. Con medusas no hay playa. El mar se ha quedado vacío en un momento.

P.d. Con mis mejores deseos de un día feliz. Gracias por leerme. Un saludo. Amaya Puente de Muñozguren. Todos los derechos reservados.

P.D. Dedicado a todos los que de una forma u otra la vida les ha dado pequeñas, o grandes, sorpresas desagradables. Feliz verano. Amaya Puente de Muñozguren. Todos los derechos reservados. Gracias por leerme; por ti escribo. 


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